domingo, 11 de diciembre de 2011

werther

"No hay un momento que no te consuma, que no consuma los tuyos; no hay un momento en que no seas, en que no debas ser destructor. Tu paseo más inocente cuesta la vida de millares de pobres insectos; uno solo de tus pasos destruye los laboriosos edificios de las hormigas y sumerge todo su pequeño mundo en un sepulcro. ¡Ah! No son las grandes y escasas catástrofes del mundo, no son las inundaciones, los temblores de tierra, que se tragan vuestras ciudades lo que me conmueve, no. Lo que me roe el corazón es la fuerza demoledora que se oculta en toda la naturaleza, que no ha producido nada que no destruya a su prójimo y a sí mismo. De este modo avanzo yo con angustia por mi inseguro camino, rodeado del cielo, de la tierra y de sus fuerzas activas, y no veo más que un mosntruo ocupado eternamente en devorar y destruir".