lunes, 5 de julio de 2010

Génesis

Esta misma noche he creado un infierno.
Como es mío, y allí no entra nadie, tracé cuatro líneas como fronteras, y le puse un techo y un piso.
Para hacerlo más confortable, lo calefaccioné con un viejo radiador, y llevé hasta uno de sus extremos un catre y dos almohadones.
Luego tracé un rectángulo sobre uno de sus lados, a la altura de mi cintura. Coloqué un vidrio en el espacio vacío, y lo sostuve con un marco de madera.
Quise que no faltara ni música ni libros, y al rato tuve un compañero.
Decidimos criar niños y agrandamos el infierno; formamos un hogar.

3 comentarios: